COGER EL BILLETE

El que toma droga “coge el billete”, cada uno tiene el suyo propio ante una situación problemática o insatisfactoria para huir y evadirse. Tomar droga una, dos o tres veces puede no tener en algunos casos consecuencias pero lo habitual es que termine convirtiéndose en el único billete para huir de la realidad que no gusta. Del uso al abuso la línea es mínima.

El que prueba la droga y continua de manera más o menos compulsiva su consumo tiene un problema: está intentando llenar un vacío, escaquearse de algún aspecto de su realidad que no acepta.

Según el testimonio de un exdrogodependiente, en un primer momento el consumo de droga es como una “luna de miel” que puede durar 4-6 meses, 1 año todo lo más, en el cual te drogas para estar bien. La droga te ayuda entonces a ver la realidad de otra forma, de una forma más amable: lo que antes te parecía medio vaso de agua vacío ahora te parece medio vaso de agua lleno.

Después viene otra etapa, una segunda parte en la que te drogas para no estar mal, para tener fuerzas para levantarte de la cama. Cuando te metes una dosis te planteas y prometes a ti mismo que es la última vez, pero cuando comienza el síndrome de abstinencia vas a por todas.

Al igual que ocurre en otras situaciones fuertes, se encuentra comprensión principalmente de personas que han pasado por lo mismo que uno ha pasado o está pasando. Una persona que consiguió rehabilitarse asegura que le sirvió mucho el ejemplo de otros extoxicómanos que disfrutaban de la vida y de las mismas cosas que él pero sin droga. Esto le llevó a pensar que si ellos habían podido salir él también podría.
A las personas bien intencionadas de su entorno el drogadicto, por lo general, no duda en engañarles, quizá porque él también se siente “engañado”. Lo que ocurre es que piensa que aunque dan muy buenos consejos, no se enteran realmente de lo que a él le pasa. Así, médicos y familiares están acostumbrados a oír de su boca que toma menos, que se lo está dejando, que consume poca cantidad cuando la realidad es otra.

No basta con querer ayudar para poder ayudar. A veces se puede aprender a dar una ayuda eficaz. Atender en consulta a familiares de personas adictas a alguna droga es un reto porque hay que vencer muchas resistencias y conseguir que se arriesguen a enfrentar el problema de una manera diferente y comprometida. Todos conocemos algún caso pero a los padres que tienen algún hijo/a con este problema nadie les ha dicho ni enseñado como enfrentarlo y lo hacen lo mejor que pueden y saben. El terapeuta es una ayuda valiosa porque es capaz de ver la situación con la distancia y el acierto necesarios.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Verificación necesaria para comprobar que eres un ser humano *